Actividades turísticas en la isla:
Deportes: excursiones a pie, equitación, golf, tenis, surf, pesca en alto mar, wake-board, sumergida, kite-surf (curso y alquiler), paracaídas ascensional;
Otro ocio: visitas guiadas de Moorea a tierra, sobre mar (ballenas, delfines, rayas, tiburones, tortugas) alquiler de coche con chófer, balada sobre la laguna en barco a fondo de vaso, curso de baile tahitiano, comida campestre sobre un islote, un alquiler de chorro-esquí, de barco de motor rápido, hacerse rodar bajo el mar, el sobrevuelo de la isla en helicóptero, visitas guiadas de Tahití, viaja en las islas por avión / barco / barco de alquiler / paquebote de crucero.
Ocio nocturno: night club (el viernes por la noche solamente), espectáculo de baile tahitiano, restaurante con animación musical.
El golf de Tema’e, South Pacific golf, dibujado por Nicklaus es uno dieciocho hoyos, clasificado » entre 70 «, admitido sobre el circuito oficial. Desde los cinco hoyos, al pie de la montaña, se puede percibir la silueta de Tahití en el nordeste y dominar el trayecto, los once hoyos alrededor del lago de Tema’ e, y los dos sobre el motu de Tema’ e, cerca del mar.
El club-house, con bar y restaurante, es cubierto de un tejado largo de telas de madera, (dibujado por un arquitecto polynesio), está instalado entre el lago y uno de los lagos artificiales que serve de practice sobre el agua.
Desde que colinas verdosas de césped bordeadas por flores reemplazaron el bosque de pürau (Hibiscus) y las ciénagas, los vecinos gozan de la desaparición del nono (insectos que pinchan). La fuente de montaña prodiga bastante para el césped y en parte para los habitantes (así, el agua del grifo es muy buena en Maharepa).
Descanso:
Su ritmo de vida, sobre todo si habitualmente desenfrenado o estresando, será apaciguado por el de la isla y la gente. Usted puede entonces abandonarse a la indolencia de las islas, bañarse en el mar, pedir una novela de la biblioteca del salón, aflojarse, no hacer nada! Por la mañana, usted puede ir a pie al «chino»(tienda), de incógnito si eres conocido, y cruzar a los tahitianos del pueblo que van allá también, a pie, en bicicleta o en coche.